miércoles, 19 de enero de 2011

"Estamos excedidos en diagnósticos"

“La violencia, que siempre es un fenómeno relacional y no individual, se manifiesta en instituciones que la encarnan en sus propias estructuras de poder y en los modelos disciplinarios autoritarios, en una cultura y una sociedad que la validan y la ejercen con crueldad.

Repensando la escuela como espacio de privilegio para prevenir la violencia
Mirta Marina: En tu opinión, se ha dicho tanto sobre la violencia escolar que queda poco por agregar. Sin embargo, siempre es posible darles otra vuelta a las ideas. ¿desde qué costado te gustaría abordar el tema?
Susana Abad: me gustaría concentrarme en tres cuestiones: la convivencia en la escuela, la grupalidad, y las emociones.
En los últimos diez o quince años el problema, que estalló en la hasta entonces “preservada” vida escolar, se transformó en un fenómeno “globalizado” que generó innumerables trabajos teóricos e investigaciones pero escasos programas de intervención. Como dije en otras oportunidades, la complejidad de esta problemática exige un trabajo interdisciplinario y un enfoque integral, institucional.
La violencia, que siempre es un fenómeno relacional y no individual, se manifiesta en instituciones que la encarnan (aunque disimuladamente, según Pierre Bourdieu) en sus propias estructuras de poder y en los modelos disciplinarios autoritarios, en una cultura y una sociedad que la validan y la ejercen con crueldad. Pienso que para desandar el camino hay que trabajar todos esos niveles, pero centrándonos más en descubrir el significado  actual del encuentro con el Otro, el diferente, y por qué su presencia genera conductas de tanta hostilidad y maltrato, que pueden derivar en episodios de gravedad inusitada.
Pienso también que estamos excedidos de diagnósticos, muchos de ellos tan contundentes como las imágenes de las películas Elefante, Bowling for Columbine, La naranja mecánica, Pink Floyd: The Wall o La sociedad de los poetas muertos. (1)
El desafío actual reside en encontrar dispositivos de intervención que den cuenta de esta compleja trama que articula en cada escena violenta todos los factores macro y microsociales junto a los componentes intrapsiquicos de cada uno de los actores. Esto significa pensar y trabajar en “lo pequeño” -la vida en el aula, en este caso- desde una concepción totalizante.
Tomado del libro ”Chicos en Banda“ página 231 de Silvia Duschatzky y Cristina Corea.
N de R: en este sentido, recomendamos ver la película “Entre Muros”

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